Se piensa, que la mayoría de los sueños desaparecen con el sol y que pertenecen al territorio de las sombras o al espacio sin claridad; en mi caso, en que he perdido fragmentos de memoria, siento las tinieblas en mi cabeza, zonas oscuras en las que, aunque me asome, no distingo nada, sólo percibo olores dramáticos que me desasosiegan dolorosamente, incluso en la vigilia. Los frágiles recuerdos que a veces surgen en mi memoria sin convocarlos, se asemejan a las apariciones y desapariciones de la isla de San Borondón. ¿Estaré comenzando el peregrinaje hacia la isla?. jlf
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