mucho revuelto, muchas cosas escondidas... parece que este es el sitio de los trapos sucios, interpretables o no. las críticas in situ parecen doler y las de aquí parecen disfrutarse, no sé, quizá sea el triunfo de la contradicción: por un lado la denigración hacia la comida como mera fuente de proteinas, hidratos y vitaminas, y el correspondiente triunfo del contenido frente a las apariencias; por otro lado la indiferencia ante el fondo y la importancia de las formas...
en cualquier caso, hoy quisimos homenajear tanto a nuestros amigos vascos como gallegos, en medio de muchos consejos culinarios y un reto: ¿es posible imitar a los mejillones de lata? ¿se pueden plantear las cosas así, tan llanamente (*remito al párrafo 1)? la textura se consiguió, el sabor queda pendiente de confirmación...
esto tiene que alimentarse con algo y yo también...
maría
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